Hoy las nubes están preñadas de agua. Los pájaros de acero
las subrayan
Vengo al aeropuerto cuando me quedo sin casa.
Las mismas miradas, los mismos nervios.
Todas distintas. Irrepetible cada una.
Unos se llevan un pedazo de la Luna. Otros traen valijas.
De pequeño, el aeropuerto era
Casi lo único hiriente que existía
Que hay más triste que una despedida?
Ahora que se la respuesta
Entiendo el llanto de mi abuela.
Siempre unos que se van. Siempre unos que se quedan