(a María )
Admiro tu silueta
perdiéndose en la oscuridad,
el viento desplegará tus velas
mañana en alta mar.
Dormida, te veo soñar
mientras hago mis maletas
te oigo respirar
y me despido de tus pies, un par de aletas
que te ayudaran a nadar
alejándote de mis brazos
vista al frente, sin mirar atrás
otra corriente dirigirá tu barco
mañana en alta mar.