Me arden los ojos
como a Stendhal
yo que amo lo imperfecto,
me entusiasmo con migajas
soporto los momentos
me abruma demasiada belleza.
Entonces me guardo un trocito
recorto una esquina
y la meto en un bolsillo
para mantenerla calentita.
Y aunque me olvide de ella
la llevo en el bolsillo
y de vez en cuando toco notas de piano
para ver como despierta.