Oscurece rápido el día. Muere el otoño en Madrid
Las flores se marchitan en mi boca, la fruta se pudre en mis manos
22 años tiene la niña que me obliga a escribir,
Para que tengan sentido las horas; que los días no pasen en vano
Ahora más temprano la noche extiende su ala de cuervo
Y la verdad es que nada sé. Ya no duermo.
Si algún día volvemos a vernos
No me des dos besos. Que yo no soy tu amigo.
Si algún día volvemos a vernos
Ya no será invierno. Será el final de un verano infinito